La respuesta es sí, aunque se necesita un cambio sistémico de la industria, siendo imperativa una colaboración más estrecha entre todas las partes de la cadena de valor y la Administración.
El mundo produce el doble de residuos plásticos que hace dos décadas y casi la mitad de los mismos provienen de los países de la OCDE, según un informe de dicha organización. Sin embargo, solo un 9% se recicla con éxito.
La buena noticia es que la circularidad y neutralidad climática de la industria de los plásticos es posible, de acuerdo con un estudio llevado a cabo por Systemiq, un think tank especializado en cambios sistémicos para alcanzar la sostenibilidad.
Eso sí, se necesita una transición de la industria, para la cual es imperativa una colaboración más intensa y efectiva entre todas las partes de la cadena de valor.
Los responsables políticos también son esenciales para desarrollar unos marcos regulatorios estables que incentiven las inversiones y la innovación desde la neutralidad tecnológica y de materiales.
El informe coloca la circularidad como la palanca más importante para reducir las emisiones a corto y medio plazo.
Y es que los plásticos son uno de los materiales más eficientes que existen: son muy versátiles, pesan poco y ofrecen una buena protección en todas sus aplicaciones, ya sean envases, automoción, aislamiento, etc.
Todo esto contribuye a reducir la huella de carbono de los productos, haciéndolos más ligeros y permitiendo así un ahorro de energía y combustible que contribuye a su vez a una reducción de las emisiones.
Y, aunque pueda sorprendernos, cualquier tipo de plástico es, con mayor o menor complejidad, reciclable. Su larga vida útil hace, pues, que su impacto como materia prima sea menor.